martes, 28 de julio de 2015

Pez Dorado Junio 2015


Lectura en Pez Dorado, Bahía Blanca: Junto a los poetas Carolina Baudriz, Álvaro Urrutia y Diego Enrique.  





lunes, 23 de febrero de 2015

Fortaleza


Por nacer entre océano y pampa


Cuando era pibe tuve un jardín.
Fito Páez



Maximiliano Diomedi nació en Bahía Blanca, una ciudad fundada con fines estratégicos y comerciales, sobre tierras preexistentes donde los nativos en “estado de naturaleza” antes de la llegada del Estado tenían su organización, propias leyes y mitos, antes del “pacto social” y de ser corridos por el alambre y el fiscal esa vasta región se denominaba de otra manera y con otra lengua. La primer piedra fue la  “Fortaleza Protectora Argentina”  aquel terreno vacío y lleno de viento comenzaba a edificar su futuro.

En el 2013 Fortaleza es la mirada de una persona que vivió su infancia y gran parte de la adolescencia –etapas donde esta todo lo que uno luego es- en la ciudad natal hasta viajar a la capital, lugar donde la mirada se alejó del objeto en estudio, entonces la materia poética con la trabaja Maximiliano en su primer libro es pura memoria: retrospectiva hacia un doble origen, por un lado, el del sujeto lírico con relación a la ciudad y por otro, la ciudad y su influencia hasta la actualidad en el yo poético. ¿qué historia sin lengua quedó guardada para siempre debajo del asfalto? Dice en el poema que abre el libro, de este modo ya desde el inicio se especula con desterrar lo olvidado, aquellas leyendas o tradiciones que la brea cubrió con su nueva civilización y con la cual nosotros contemporáneos de los autos y los medios de transportes nos llegó como relato, luego los siguientes versos irán contestando a su modo que de todo aquello aún florece del pavimento.   
     
Los poemas se reúnen en dos secciones, y aunque a primera vista se diferencien por las métricas utilizadas, ambas con matices rodean los mismos argumentos, o sea hay una correspondencia abierta entre lo dicho al principio y al final, por citar puntos de conexión encuentro la idea del tierno regreso en  “Mi abuela es mi tierra / la mesa naranja y los ñoquis entre azulejos celestes… y mi abuela es agua / lodo detrás de las vías…” y uno de los poemas de la segunda parte “Amásense unos a otros / como nosotros hemos sido amados…vayan y volvamos por otro río / demos un rodeo / abracemos la desorientación ajena / para siempre volver a casa”. O por ejemplo la representación del afuera, un salir del radio urbano (la fortaleza es el centro la actual de la ciudad) hacia la naturaleza en búsqueda de un espacio donde refugiarse “...y yo / tan gris / quiero agua / estoy necesitado / como la tierra / como vos / de un poco de barro…” que dialoga con los versos “...Quiero / por un momento / la tristeza de Cobain / y vomitar en el monte, / escalar el Abra contra el viento, / toda mi música junta / de ser posible.”  A su vez en los primeros poemas se encuentra una denuncia cargada de dolor por nuestras conductas como ciudadano que al atravesar los posteriores versos reunidos en “No tiene sentido no tener odio” ya no aparecen de manera tan directa“… ¿cómo pudo ser reciclable la tanta tinta roja y negra que brotó del ombligo de la tierra / que contaminó el mar dulce?” "Nuestra Liverpool exporta ideología...la fija idea de repartir salud y buena conciencia /…los reyes tiran al aro / tiran al blanco.”

Quien escribe estos poemas confecciona un viaje personal donde no puede, no quiere y así manifiesta su vínculo a veces incluso invisible con el lugar de origen, “Si este silbido que escucho es el viento / (cuando a mi alrededor todo es silencio) / es que el viento está dentro de mi.”

La alegoría final del último poema “Se atan a un pensamiento las palabras. / El pensamiento: caña plantada en la arena. / La arena: materia gris, inconsciente. / La tanza: hilo con el que se ata la palabra. / La palabra: pez.” Representa una conclusión que no aporta respuestas definitivas, sino que son las dudas del autor puestas a prueba esperando el pique mediante poemas que son fragmentos, distintas escenas que aguardan al pez debajo del mar y en su vientre los secretos de la bahía.


Maximiliano Diomedi, Fortaleza. Patología Culturales Ediciones, 2013. 

domingo, 14 de diciembre de 2014

Fin de año



Se va el año 2014 y creo que es buen momento para escribir unas palabras en este espacio creado hace ya varios años. Mientras espero que “los restos” vean la luz, he decido enviar algunos poemas del inédito libro a distintos medios los cuales agradezco su publicación: Revista Rizoma de Bahía Blanca, Revista La Mordida del pájaro de papel, Revista Literatosis de Uruguay y la participación en la VI Antología del libro de Ed. Ruinas Circulares. Así también este año tuve la posibilidad de leer en la Feria del Libro de Hurlingham. En fin, ha sido un lindo año y lo celebro agradeciendo al lobito, a mis amigos y familia.

Dejo algunos links de lo mencionado:  




y una imagen de Villa Pardo tomada por Claudio –mi padre- donde en noviembre he leído al recibir la primer mención del Concurso Bioy Casares, organizado por el municipio de Las Flores, por "los restos" .  


domingo, 26 de octubre de 2014

conspiración de perlas que transmigran



El secreto de las ostras  

De la lectura de este cuento de hadas comenzaré rescatando los escenarios que refieren a la naturaleza, un espacio con aire donde las palabras acompañan las ideas de mar y de bosque que por presencia explicita o nostalgia implícita funcionan de paisajes que comparten con la llanura y el agua en sus múltiples vertientes: laguna, lluvia o río, la malla de contención de los poemas. Los colores siempre puros, por ser previamente anunciados son intensos; los rojos, los azules, los verdes: “…qué verde es la libertad.”  Afirma y pregunta al mismo tiempo la parte final del verso del poema patriótico con pantera rompiendo con la mera descripción y cuestionando a partir del verde que tonalidad o adjetivo encuentra el lector para contestar. Los colores son fundamentales a la hora de la construcción, salvo este ejemplo y alguno más, son más bien parte de la escenografía por donde recorre la vista de la poeta, aunque también hay otra excepción, en la segunda parte, Conspiración de perlas que transmigran;  el color blanco es nombrado porque se busca: “…El otro día vi nevar en el mar. Vi la nieve, como en el cine…” “…Levanté los ojos, vi la mera y pura desambiguación // Pregunté indefinidas veces ¿Qué pasa con los blancos? Esos. Espacios inhabitados. Dóciles…”. El misterio es otro de los fundamentos que atraviesa los poemas que conspiran y se encierran en una misma atmósfera donde es imposible entender la parte sin el todo, cada poema tiene una comprensión superior en el global, porque lo que se esconde pocas veces es nombrado apenas sugerido como “…para adivinar lo que se juzga oculto / sembrado ya” entonces una red subterránea surge para dar identidad y unidad de libro. La infancia es la voz que narra en varios de los versos, la niña se inmiscuye en la narración sobretodo en los dedicados a familiares, las dedicatorias conforman otra red, otra novela más intima crea un sendero que se extiende por sobre los dos primeros tramos y que el tercero Perihelio corta, no solo en esta lectura de dedicatorias y epígrafes, con otro ritmo en base a la puntuación el sprint final del lenguaje se vuelve telegráfico, las imágenes se suceden y ganan en velocidad, el verbo rodar, otra presencia importante en el entramado de la obra comienza acelerarse para llegar de tan rápido a un final que se pasa y remite al primer poema, de esta forma se vuelve una gran estructura anular: “Mi hebilla rodo hasta lo efímero…Eso fue una tregua./ O eras vos.” … “Ahí también estaba yo / rodeada de ananás gigantes / para persuadir tu protesta.”


El eco de Narcisa: Los poemas agrupados en este primer título tienen sus características particulares, una relación de pronombres que denotan posesión: “mi cartera”, “mis zapatos”, “mi cuerpo en el agua”, “mi escafandra plateada”, “mi vista” se contraponen a “tu bici” o a “tu voz de cristal o de remolino”,  lo mío y lo tuyo, esa tensión que al comienzo demarcada los roles se va abriendo para dar lugar a la infancia: “como vos y yo caminando por la calle” u otro verso que reza: “Éramos uno / para volver a echar raíces”. De esta manera los posesivos se diluyen a la vez que se produce una irrupción de tiempo: “retener el tiempo como forma de impedir”, “aquietando el mundo”,  “el ave pauso el tiempo”. Así la posesión, la infancia y la intensión de detener lo que acontece en un lugar crea las imágenes oníricas que continuarán en la Conspiración de perlas que transmigran: donde la pequeña niña hornera puede dejarlo todo atrás. En esta segunda etapa los poemas se estructuran en párrafos y a medida que van rodando se alimentan y se hacen más fuertes. La sucesión de imágenes e ideas concatenadas mediante el punto y seguido recrean en los versos pequeñas unidades de silencio que cargan a la siguiente de sentido, así llegamos al tramo final, Perihelio: se retoma la brevedad, se ausentan los títulos y como dijimos también los epígrafes y las dedicatorias, los versos que se van desnudando: se muestran más directos y propositivos. El libro se comienza a cerrar; retumban los ecos de las primeras poesías, y por eso no es casual que el poema conclusivo de cada apartado en su decir ruede como las ruedas de la bicicleta, las ciruelas cuesta abajo y mi hebilla hasta lo efímero. Así una circulación o una nueva pregunta asoman desde el fondo del mar y quedan.  


Ana Claudia Díaz – conspiración de perlas que trasmigran. Zindo & Gafuri, 2013. 

domingo, 3 de agosto de 2014




berenjena

una berenjena partida al medio
evoluciona en la heladera
cada noche que no entra
en el menú decimos
hay que usar la berenjena
y la berenjena pálida mientras
suceden los días y siempre
en el mismo lugar expuesta
a la vista pierde propiedad
y belleza: solo aparece
como objeto de culpa
para recordarnos la comida no
se tira como objeto de clase
no será alimento su destino
disimula la fatalidad insignificante 
de transcurrir por otros medios 
su función de verdura 
inutilizada
en el tiempo justo.
Pero nadie la tira. 



martes, 25 de febrero de 2014

PEZ DORADO


30 DE DICIEMBRE DE 2013. PEZ DORADO. O´HIGGINS 538. BAHÍA BLANCA. ARGENTINA.-


Hermosa noche de verano, junto al poeta Ignacio Uranga, con quien compartimos lecturas de poemas en el espacio PEZ DORADO

Ilustración: 









sábado, 14 de septiembre de 2013


LA IMAGINACIÓN AL PODER


a dos mil kilómetros de buenos aires
muy cerca de la frontera
con bolivia: tartagal
en 1992 privatizaron la exploración
extracción y exportación –todo-
petróleo y gas a manos de repsol
fue un duro golpe para la ciudad:
el ´90 % de los antiguos -wichís
chiriguanos chanés quechuas
chorotes  chulupíes y aymaras-
trabajadores de la YPF despedidos
miles de personas, aquellos
sin tierra ahora ni labor emigraron
en el famoso éxodo de tartagal

aplausos, inauguración
del ciclo lectivo 4-3-1996:

dentro de poco tiempo
se va a licitar un sistema
de vuelos espaciales
mediante  el cual
de una plataforma
que quizás se instale
en la provincia de córdoba.
esas naves espaciales
van a salir de la atmósfera
se van a remontar
a la estratosfera
y desde ahí, elegir el lugar
donde quieren ir
de tal forma
que desde una hora y media
podemos estar desde argentina
en japón en corea
o en cualquier
parte del mundo

aplausos cerrados devotos
de funcionarios
los niños salteños emulando
a la maestra repitieron
un movimiento de palmas
para aprobar lo dicho  


piqueteros tartagalenses
quemaron llantas señales
de humo, año 2000
graves y violentos conflictos
sociales fueron resueltos:
un arma no reglamentaria
mató a aníbal verón
balazo calibre 22 -mecánico
de la empresa de colectivos
atahualpa- qué policía disparó?

fieles

manos golpeando en cataratas
generan ovación


añadió por supuesto
los vuelos a otro planeta el día
que se detecte otra existencia 
y señaló la necesidad
de preparar a los niños
en las escuelas, de cara al futuro.

lunes, 27 de mayo de 2013

GODZILLA EN MÉXICO - EL DÍA DEL HURACÁN


EL DÍA DEL HURACÁN




GODZILLA EN MÉXICO

 
Atiende esto, hijo mío: las bombas caían
sobre la ciudad de México
pero nadie se daba cuenta.
El aire llevó el veneno a través
de las calles y las ventanas abiertas.
Tú acababas de comer y veías en la tele
los dibujos animados.
Yo leía en la habitación de al lado
cuando supe que íbamos a morir.
Pese al mareo y las náuseas me arrastré
hasta el comedor y te encontré en el suelo.
Nos abrazamos. Me preguntaste qué pasaba
y yo no dije que estábamos en el programa de la muerte
sino que íbamos a iniciar un viaje,
uno más, juntos, y que no tuvieras miedo.
Al marcharse, la muerte ni siquiera
nos cerró los ojos.
¿Qué somos?, me preguntaste una semana o un año después,
¿hormigas, abejas, cifras equivocadas
en la gran sopa podrida del azar?
Somos seres humanos, hijo mío, casi pájaros,
héroes públicos y secretos


Los perros románticos - Roberto Bolaño
El día del huracán - El mató a un policia motorizado

sábado, 6 de abril de 2013



0291 - 47815

suena el teléfono en casa
de mi infancia e hilvana
silencio y tono al pasear 
por el elefante con el billete enroscado
de su trompa diezmil australes a unos angelitos
de ribetes dorados, hacia las fotografías
sobre el aparador los ácaros del polvo doméstico
la mesa y el mantel con motivos frutales.
la voz de mi padre tantas veces
confundida con la mía dice: usted
se ha comunicado con la familia gungolo
en este momento no podemos atenderte
deje su mensaje después de la señal:
la cinta congela la voz muerta
a medida que avanza  mi otra voz
que no alcanza al niño sobre los hombros
de un extraño en una playa
y cuelga.

sábado, 5 de enero de 2013



FUERA DEL HOMBRE



1


de tanto anochecer
el crespúsculo se prepara: 
elonga su claridad y desaparece
apenas el primer humano
percibe y/o nombra
amanecer



2


por la espalda de los edificios
un pespunte amarillo
asoma y reduce el universo
debatido entre la luz mañana
y velador



3


la vista desde la ventana:
cielo sin novedades
unitario y tibio. un avión  
atraviesa un café recién hecho
en una mesa antes vacía
yo estático



4


del espíritu de la tensión
en las mandíbulas de un tigre
capturando una presa;
se compone el tiempo.

jueves, 11 de octubre de 2012



EVOCACIÓN

al aire

el tiempo se parece al aire
 
las horas flotan en el oxigeno
con perezosos movimientos
entra en la casa, su forma
invisible recorta al hombre
en el espacio y deja el peso
para que abrigue al cuerpo, el tiempo
detiene el pasado en un lugar
común donde el sol por una ventana
ilumina a una persona que ceba
el primer mate de la mañana
silencioso en la cocina, lo toma
de un sorbo hasta llegar al ruido
de la yerba sin agua. detrás de esa ventana
un tendal de ropa columpia su ausencia
y una ráfaga de viento las envuelve
como a los recuerdos, cosas muertas
que sin embargo respiran.               

sábado, 5 de mayo de 2012


LAS CAPAS DEL FINAL

últimos segundos del pescado, antes
de salir del mar sus escamas salpican
una enorme red, un buque noruego
extingue su carácter animal, despojado
llega a la argentina en conteiner, su desnudez 
es tan obscena, en una góndola preferencial del market
los tubos fluorescentes, radiantes
tan blancos reflejan el plateado
de la serie: repetidas muertes
sobre hielo picado, un hombre, el cliente
toma el producto, observa el vencimiento
en este mundo y lo suma al chango
de la forma más natural, solo le falta pan
lo adquiere en extraña oferta
multiplica y el milagro se produce
el consumidor final, avanza hacia la caja
por educación lo piensa y por ende saborea
marinado, con crema, papas y vino….
qué lejos queda la familia del pescado
eso, en un plato blanco de loza
tuvo  días bajo el fondo del océano:
todos los peces van al cielo y sin embargo 
digerido en el estómago, el comensal
está colmado, a salvo sus ojos 
saltones arrastrados por el tenedor
al tacho de residuos, hasta que  una rata
negra con hambre, dos días después 
encuentra el manjar viscoso dentro de un pote
de yogurt rodeado de moscas
los ojos del  pez de los mares de groenlandia en fin
desaparecen, como silencio  sobre la cumbre
de una de las montañas más altas
del basurero.

lunes, 13 de febrero de 2012

Roberto Bolaño - primer manifiesto infrarrealista


DÉJENLO TODO, NUEVAMENTE
primer manifiesto infrarrealista
“Hasta los confines del sistema solar hay cuatro horas-luz; hasta la estrella más cercana, cuatro años-luz. Un desmedido océano de vacío. Pero ¿estamos realmente seguros de que sólo haya  un vacío? Únicamente sabemos que en este espacio no hay estrellas luminosas; de existir, ¿serían visibles? ¿Y si existiesen cuerpos no luminosos u oscuros? ¿No podría suceder en los mapas celestes, al igual que en los de la tierra, que estén indicadas las estrellas-ciudades y omitidas las estrellas-pueblos?”
-Escritores soviéticos de ciencia ficción arañándose el rostro a medianoche.
-Los infrasoles (Drummond diría los alegres muchachos proletarios).
-Peguero y Boris solitarios en un cuarto lumpen presintiendo a la maravilla detrás de la puerta.
-Free Money
                                               *
¿Quién ha atravesado la ciudad y por única música sólo ha tenido los silbidos de sus semejantes, sus propias palabras de asombro y rabia?
                            El tipo hermoso que no sabía
                   que el orgasmo de las chavas es clitoral
(Busquen, no solamente en los museos hay mierda) (Un proceso de museificación individual) (Certeza de que todo está nombrado, develado) (Miedo a descubrir) ( Miedo a los desequilibrios no previstos).
                                               *
Nuestros parientes más cercanos:
los francotiradores, los llaneros solitarios que asolan los cafés de chinos de latinoamérica, los destazados en supermarkets, en sus tremendas disyuntivas individuo-colectividad; la impotencia de la acción y la búsqueda (a niveles individuales o bien enfangados en contradicciones estéticas) de la acción poética.
                                               *
Pequeñitas estrellas luminosas guiñándonos eternamente un ojo desde un lugar del universo llamado Los laberintos.
-Dancing-Club de la miseria.
-Pepito Tequila sollozando su amor por Lisa Underground.
-Chúpaselo, chúpatelo, chupémoselo.
-Y el Horror
                                               *
Cortinas de agua, cemento o lata, separan  una maquinaria cultural, a la que lo mismo le da servir de conciencia o culo de la clase dominante, de un acontecer cultural vivo, fregado, en constante muerte y nacimiento, ignorante de gran parte de la historia y las bellas artes (creador cotidiano de su loquísima istoria y de su alucinante vellas hartes), cuerpo que por lo pronto experimenta en sí mismo sensaciones nuevas, producto de una época en que nos acercamos a 200 kph. al cagadero o a la revolución.
“Nuevas formas, raras formas”, como decía entre curioso y risueño el viejo Bertolt.
                                               *
Las sensaciones no surgen de la nada (obviedad de obviedades), sino de la realidad condicionada, de mil maneras, a un constante fluir.
-Realidad múltiple, nos mareas!
Así, es posible que por una parte se nazca y por otra estemos en las primeras butacas de los últimos coletazos. Formas de vida y formas de muerte se pasean cotidianamente por la retina. Su choque constante da vida a las formas infrarrealistas: EL OJO DE LA TRANSICIÓN
                                               *
Metan a toda la ciudad al manicomio. Dulce hermana, aullidos de tanque, canciones hermafroditas, desiertos de diamante, sólo viviremos una vez y las visiones cada día más gruesas y resbalosas. Dulce hermana, aventones para Monte Albán. Apriétense los cinturones porque se riegan los cadáveres. Una movida de menos.
                                               *
¿Y la buena cultura burguesa? ¿Y la academia y los incendiarios? ¿y las vanguardias y sus retaguardias? ¿Y ciertas concepciones del amor, el buen paisaje, la Colt precisa y multinacional?
Como me dijo Saint-Just en un sueño que tuve hace tiempo: Hasta las cabezas de los aristócratas nos pueden servir de armas.
                                               *
-Una buena parte del mundo va naciendo y otra buena parte muriendo, y todos sabemos que todos tenemos que vivir o todos morir: en esto no hay término medio.
Chirico dice: es necesario que el pensamiento se aleje de todo lo que se llama lógica y buen sentido, que se aleje de todas las trabas humanas de modo tal que las cosas le aparezcan bajo un nuevo aspecto, como iluminadas por una constelación aparecida por primera vez. Los infrarrealistas dicen: Vamos a meternos de cabeza en todas las trabas humanas, de modo tal que las cosas empiecen a moverse dentro de uno mismo, una visión alucinante del hombre.
-La Constelación del Bello Pájaro.
-Los infrarrealistas proponen al mundo el indigenismo: un indio loco y tímido.
-Un nuevo lirismo, que en América Latina comienza a crecer, a sustentarse en modos que no dejan de maravillarnos. La entrada en materia es ya la entrada en aventura: el poema como un viaje y el poeta como un héroe develador de héroes. La ternura como un ejercicio de velocidad. Respiración y calor. La experiencia disparada, estructuras que se van devorando a sí mismas, contradicciones locas.
Si el poeta está inmiscuido, el lector tendrá que inmiscuirse.
“libros eróticos sin ortografía
                                               *
Nos anteceden las MIL VANGUARDIAS DESCUARTIZADAS EN LOS SESENTAS
Las 99 flores abiertas como una cabeza abierta
Las matanzas, los nuevos campos de concentración
Los Blancos ríos subterráneos, los vientos violetas
Son tiempos duros para la poesía, dicen algunos, tomando té, escuchando música en sus departamentos, hablando (escuchando) a los viejos maestros. Son tiempos duros para el hombre, decimos nosotros, volviendo a las barricadas después de una jornada llena de mierda y gases lacrimógenos, descubriendo / creando música hasta en los departamentos,  mirando largamente los cementerios-que-se-expanden, donde toman desesperadamente una taza de té o se emborrachan de pura rabia o inercia los viejos maestros.
Nos antecede HORA ZERO
((Cría zambos y te picarán los callos))
Aún estamos en la era cuaternaria. ¿Aún estamos en la era cuaternaria?
Pepito Tequila besa los pezones fosforescentes de Lisa Underground y la ve alejarse por una playa en donde brotan pirámides negras.
                                               *
Repito:
el poeta como héroe develador de héroes, como el árbol rojo caído que anuncia el principio del bosque.
-Los intentos de una ética-estética consecuente están empedrados de traiciones o sobrevivencias patéticas.
-Y es que el individuo podrá andar mil kilómetros pero a la larga el camino se lo come.
-Nuestra ética es la Revolución, nuestra estética la Vida: una-sola-cosa.
                                               *
Los burgueses y los pequeños burgueses se la pasan en fiesta. Todos los fines de semana tienen una. El proletariado no tiene fiesta. Sólo funerales con ritmo. Eso va a cambiar. Los explotados tendrán una gran fiesta. Memoria y guillotinas. Intuirla, actuarla ciertas noches, inventarle aristas y rincones húmedos, es como acariciar los ojos ácidos del nuevo espíritu.
                                               *
Desplazamiento del poema a través de las estaciones de los motines: la poesía produciendo poetas produciendo poemas produciendo poesía. No un callejón eléctrico / el poeta con los brazos separados del cuerpo / el poema desplazándose lentamente de su Visión a su Revolución. El callejón es un punto múltiple. “Vamos a inventar para descubrir su contradicción, sus formas invisibles de negarse, hasta aclararlo”. Desplazamiento del acto de escribir por zonas nada propicias para el acto de escribir.
                   ¡Rimbaud, vuelve a casa!
Subvertir la realidad cotidiana de la poesía actual. Los encadenamientos que conducen a una realidad circular del poema. Una buena referencia: el loco Kurt Schwitters. Lanke trr gll, o, upa kupa arggg, devienen en línea oficial, investigadores fonéticos codificando el aullido. Los puentes del Noba Express son anti-codificantes: déjenlo que grite, déjenlo que grite (por favor no vayan a sacar un lápiz ni un papelito, ni lo graben, si quieren participar griten también), así que déjenlo que grite, a ver qué cara pone cuando acabe, a qué otra cosa increíble pasamos.
Nuestros puentes hacia las estaciones ignoradas. El poema interrelacionando realidad e irrealidad
                                                        *
Convulsivamente
         *
 ¿Qué le puedo pedir a la actual pintura latinoamericana? ¿Qué le puedo pedir al teatro?
Más revelador y plástico es pararse en un parque demolido por el smog y ver a la gente cruzar en grupos (que se comprimen y se expanden) las avenidas, cuando tanto a los automovilistas como a los peatones les urge llegar a sus covachas, y es la hora en que los asesinos salen y las víctimas los siguen.
¿Realmente qué historias me cuentan los pintores?
El vacío interesante, la forma y el color fijos, en el mejor de los casos la parodia del movimiento. Lienzos que sólo servirán de anuncios luminosos en las salas de los ingenieros y médicos que coleccionan.
El pintor se acomoda en una sociedad que cada día es más “pintor” que él mismo, y ahí es donde se encuentra desarmado y se inscribe de payaso.
Si un cuadro de X es encontrado en alguna calle por Mara, ese cuadro adquiere categoría de cosa divertida y comunicante; es un salón es tan decorativo como los sillones de fierro del jardín del burgués / ¿cuestión de retina? / sí y no / pero mejor sería encontrar ( y por un tiempo sistematizar azarosamente) el factor detonante, clasista, cien por ciento propositivo de la obra, en yuxtaposición a los valores de “obra” que la están precediendo y condicionando.
-El pintor deja el estudio y CUALQUIER statu quo y se mete de cabeza en la maravilla / o se pone a jugar ajedrez como Duchamp / Una pintura didáctica para la misma pintura / Y una pintura de la pobreza, gratis o bastante barata, inacabada, de participación, de cuestionamiento en la participación, de extensiones físicas y espirituales ilimitadas.
La mejor pintura de América Latina es la que aún se hace a niveles inconscientes, el juego, la fiesta, el experimento que nos da una real visión de lo que somos y nos abre a lo que podemos será la mejor pintura de América Latina es la que pintamos con verdes y rojos y azules sobre nuestros rostros, para reconocernos en la creación incesante de la tribu.
                                                *
 Prueben a dejarlo todo diariamente.
Que los arquitectos dejen de construir escenarios hacia dentro y que abran las manos (o que las empuñen, depende del lugar) hacia ese espacio de afuera. Un muro y un techo adquieren utilidad cuando no sólo sirven para dormir o evitar lluvias sino cuando establecen, a partir, por ejemplo, del acto cotidiano del sueño, puentes conscientes entre el hombre y sus creaciones, o la imposibilidad momentánea de éstas.
Para la arquitectura y la escultura los infrarrealistas partimos de dos puntos: la barricada y el lecho.

                                               *

La verdadera imaginación es aquella que dinamita, elucida, inyecta microbios esmeraldas en otras imaginaciones. En poesía y en lo que sea, la entrada en materia tiene que ser ya la entrada en aventura. Crear las herramientas para la subversión cotidiana. Las estaciones subjetivas del ser humano, con sus bellos árboles gigantescos y obscenos, como laboratorios de experimentación. Fijar, entrever situaciones paralelas y tan desgarradoras como un gran arañazo en el pecho, en el rostro. Analogía sin fin de los gestos. Son tantos que cuando aparecen los nuevos ni nos damos cuenta, aunque los estamos haciendo / mirando frente a un espejo. Noches de tormenta. La percepción se abre mediante una ética-estética llevada hasta lo último.

                                                        *
 Las galaxias del amor están apareciendo en la palma de nuestras manos.
-Poetas, suéltense las trenzas (si tienen)
-Quemen sus porquerías y empiecen a amar hasta que lleguen a los poemas incalculables
-No queremos pinturas cinéticas, sino enormes atardeceres cinéticos
-Caballos corriendo a 500 kilómetros por hora
-Ardillas de fuego saltando por árboles de fuego
-Una apuesta para ver quién pestañea primero, entre el  nervio y la pastilla somnífera

                                                        *
 El riesgo siempre está en otra parte. El verdadero poeta es el que siempre está abandonándose. Nunca demasiado tiempo en un mismo lugar, como los guerrilleros, como los ovnis, como los ojos blancos de los prisioneros a cadena perpetua.

                                                        *
 Fusión y explosión de dos orillas: la creación como un graffiti resuelto y abierto por un niño loco.
Nada mecánico. Las escalas del asombro. Alguien, tal vez el Bosco, rompe el acuario del amor. Dinero gratis. Dulce hermana. Visiones livianas como cadáveres. Little boys tasajeando de besos a diciembre.

*
 A las dos de la mañana, después de haber estado en casa de Mara, escuchamos (Mario Santiago y algunos de nosotros) risas que salían del penthouse de un edificio de 9 pisos. No paraban, se reían y se reían mientras nosotros abajo nos dormíamos apoyados en varias casetas telefónicas. Llegó un momento en que sólo Mario seguía prestando atención a las risas (el penthouse es un bar gay o algo parecido y Darío Galicia nos había contado que siempre está vigilado por policías). Nosotros hacíamos llamadas telefónicas pero las monedas se hacían de agua. Las risas continuaban. Después de que nos fuimos de esa colonia Mario me contó que realmente nadie se había reído, eran risas grabadas y allá arriba, en el penthouse, un grupo reducido, o quizás un solo homosexual, había escuchado en silencio su disco y nos lo había hecho escuchar.
-La muerte del cisne, el último canto del cisne, el último canto del cisne negro, NO ESTÁN en el Bolshoi sino en el dolor y la belleza insoportables de las calles.
-Un arcoiris que principia en un cine de mala muerte y que termina en una fábrica en huelga.
-Que la amnesia nunca nos bese en la boca. Que nunca nos bese.
-Soñábamos con utopía y nos despertamos gritando.
-Un pobre vaquero solitario que regresa a su casa, que es la maravilla.

                                               *
 Hacer aparecer  las nuevas sensaciones -Subvertir la cotidianeidad
                           
O.K.
DÉJENLO TODO, NUEVAMENTE
LÁNCENSE A LOS CAMINOS

 
Roberto Bolaño, México, 1976