sábado, 6 de abril de 2013



0291 - 47815

suena el teléfono en casa
de mi infancia e hilvana
silencio y tono al pasear 
por el elefante con el billete enroscado
de su trompa diezmil australes a unos angelitos
de ribetes dorados, hacia las fotografías
sobre el aparador los ácaros del polvo doméstico
la mesa y el mantel con motivos frutales.
la voz de mi padre tantas veces
confundida con la mía dice: usted
se ha comunicado con la familia gungolo
en este momento no podemos atenderte
deje su mensaje después de la señal:
la cinta congela la voz muerta
a medida que avanza  mi otra voz
que no alcanza al niño sobre los hombros
de un extraño en una playa
y cuelga.

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